viernes, 1 de mayo de 2009

Escaparate de vanidad

Seré totalmente sincero: principalmente escribo para epatar a quien tenga a bien leerme. Tranquilos, hasta hace un par de días yo tampoco sabía lo que significaba epatar (= pretender asombrar o causar admiración).

Es más, estoy convencido de que todos los que escriben (dentro y fuera de este blog) en el fondo buscan su dosis de reconocimiento.

Se me podrá decir que "cree el ladrón que todos son de su condición". Quizá sea cierto, pero yo al menos me quito la careta. Escribo para tirarme pegotes, incluso para causar envidia.

Y sinceramente creo que lo he conseguido. Cuando se me propuso colaborar en el blog se me interpeló por mis conocimientos enológicos. Meses después tuve la ocasión de probar un Pingus que cuesta más de una semana de sueldo de alguien bien pagado, como algunos de nosotros, y un Vega Sicilia que llevaba embotellado desde antes de que naciéramos algunos de nosotros (y eso que a más de uno las canas ya nos pueblan las sienes), entre otros deliciosos caldos.

Uno de los autores del blog, precisamente el que me invitó a participar en él, se apoda "porrito". Semanas después de recibir la invitación tuve la ocasión de probar no ya porritos sino el mismísimo caballo, azúcar moreno, opio o elixir de amapolas, con mal trago (que no maltrato) policial incluido.

El compartir experiencias como éstas, por muy mal narradas que estén, me hincha de vanidad, pero a la vez creo que pueden tener cierto interés para el blog y que Porrito, por lo que me conoce, acertó al invitarme.

Si en vez de mostraros el escaparate os dejara entrar en la trastienda no pensaríais que soy un engreído sino un desgraciado, y no os provocaría envidia sino compasión.
A la gente le encanta contar lo bien que le va y escuchar desgracias ajenas. Nadie disfruta aireando sus trapos sucios. Todo el mundo detesta oír a quien sólo cuenta las cosas buenas o grandiosas que le han sucedido.

Yo os podría decir que estoy puteadísimo en mi trabajo, que mamo todos los viernes por la tarde, que no me dan ni un puente, que mi jefe me veja, que curro cincuenta horas a la semana, que discuto muchísimo con mi mujer, que vivo de alquiler y no tengo un duro ahorrado, que no sé qué será de mí cuando me jubile, que apenas me hablo con mis hermanos...

¿Qué preferís: trastienda o escaparate? ¿Tendría interés la trastienda para este blog?

Por cierto, el Neichel sensacional, pero la crítica gastronómica que la escriba Porrito con sus huevos cuando sea él quien vaya a Barcelona...

5 comentarios:

Porrito dijo...

Ahí está.
Yo prefiero trastienda y escaparate, para quedarme con lo que quiera. Aunque muchas veces se nos ve la trastienda a través de una rendija del expositor. Véanse algunos comentarios. En cualquier caso, me gusta lo que ha pasado en el Blog. No cómo, pero creo que sí hemos dado un pasito interesante. Aunque haya sido necesario que alguno quedemos de gilipollas.


Efectivamente, la "cata de vinagres" (créeme que, si algunos la llamamos así, es por pura envidia) y la historia del Flores son dos entradas magníficas. Pudimos disfrutar de experiencias singulares; Sí, como para colgarte tu epato-medalla (gracias por el palabro)
Por otra parte, la trastienda es de cada uno, pero lo de las vejaciones de tu jefe promete...

Desconozco lo que es el Neichel, pero seguro que tu crítica nos haría salivar. Yo con los huevos sólamente sé hacer algunos de los mejores revueltos del mundo, como mi Armonía Cremosa de espárragos trigueros, picual y huevos fritos. Pero eso no lo voy a meter en tu entrada, que luego tienes más comentarios que yo.

Porrito dijo...

Oye, he visto que has borrado la entrada que tenías preparada.
¿volverá?¿o la hemos perdido para siempre?

Volti dijo...

Yo prefiero que cualquiera escriba, de lo que sea, eso es lo mismo. Si es malo le damos marcha y si es bueno y hay que epatar, pues se epata y punto. Así que ánimo y a escribir. Y una cosa: me niego a usar emoticonos de esos cutres. Detrás de cada frase pongo un punto, mi intención tenéis que adivinarla. Si donde deberías ver una cabecita sonriente veis una con las cejas enarcadas o echando humo por las orejas es vuestro problema.

Volti dijo...

Otra cosa, Pano, yo ya estoy harto de catarsis, así que voy a pisarte la entrada y a cambiar el lema. Creo que ya es hora de retomar esto escribiendo entradas con algún contenido y dejar atrás estos meses tan tristes, aunque para ello tenga que caducar esta entrada. Además, que ya la tenía escrita y me está quemando en las manos. Y como siga esperando y la relea y la corrija va a ser un entradón y no os va a quedar más remedio que epatar. Y tampoco es plan; así que publico y me pongo por delante. Ea.

Pedantín dijo...

Muy bien Pano.

Yo me quedo con todo lo que tengas a bien contarnos. ya veremos si nos interesa o es un bodrio.

Yo particularmente busco siempre la excelencia y el reconocimiento. Y de ante mano intuyo si lo merezco o no. Por eso me corto la mano antes de enviar un bodrio al blog. No quiero ser pasto de rapaces.

Con estos cabrones de coautores del blog, de poco sirven las caretas.